martes, 22 de enero de 2013

La vida es mucho... para ser insignificante. Charles Chaplin

Hoy un magnífico poema de Charles Chaplin para reflexionar.
Qué lo disfruten.


¡Vive!

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
mas también yo decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger.
Ya me  reí cuando no podía.
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.

Ya llamé sólo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...

Tuve miedo de perder a alguien especial

y terminé perdiéndolo
¡pero sobreviví!
¡y todavía vivo!
No paso por la vida
y tú tampoco deberías sólo pasar... ¡Vive!

Bueno es ir a la lucha con determinación
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.





Charles Chaplin (Fotograma de la película Candilejas)

miércoles, 16 de enero de 2013

El gato de Cheshire

¿Recuerdan la sonrisa maliciosa del gato de Cheshire? Sí, la del famoso gato de "Alicia en el país de las maravillas". Pues ayer cuando me disponía a cerrar la persiana de mi habitación vi tras el árbol que está fuera, una luna con la misma forma y la misma posición que la que les cuento.


(con flash)

En la foto no se ve bien porque obviamente al ser de noche la cámara no lo puede captar del todo pero les aseguro que era exactamente igual. 


(sin flash)

Además, que estuviera tras el árbol me hacía recordar aún más si cabe a aquella imagen del famoso cuento.



Alicia decía que siempre había visto un gato sin sonrisa pero ¿una sonrisa sin gato?. Pero yo anoche me hacía otras preguntas; ¿era la Luna? o ¿era aquel famoso gato sonriéndome?. Quizás había venido a hacerme una visita... quien sabe.
Lo que tengo claro es que sea lo que sea, esa Sonrisa-Luna siempre me ha producido una sensación de  inquietud y desconcierto, y que se quede ahí posada en la rama del árbol hace que piense que esa Luna o ese gato quieran estar ahí por algo. 

Besos y "sonrían". :-)









sábado, 5 de enero de 2013

Noche de Reyes

Creo que la Noche de Reyes es uno de los días más especiales que tiene el año por no decir el más especial, y es que aunque uno ya no sea un niño la ilusión se respira por cualquier parte, por cualquier esquina, y eso llena el ambiente de un encanto y una magia particular.


Todavía recuerdo aquellas noches impacientes en las que nos costaba tanto irnos a la cama o de las incesantes preguntas de mi hermana: ¿pero cómo puede ser que les de tiempo a repartir todos los regalos en una sola noche?, ¿y cómo abren las puertas?. Yo era tan inocente que aquello ni me lo planteaba, pero mi hermana siempre fue más espabilada y no tardó demasiado en descubrir la verdad. Y claro, esa verdad no tardó mucho tiempo en serme revelada... Aún así, tal era mi inocencia que cuando me lo contó lo negué en rotundo y no porque quisiera seguir recibiendo regalos sino porque había destruido toda la magia, toda mi ilusión... Hoy todavía se lo sigo echando en cara, ja ja ja...

Lo curioso es que a pesar de aquello, los reyes siguieron viniendo año tras año...

Y es que a pesar de saber la verdad, yo me seguía sintiendo una "niña" y en cierta manera había una parte de mi que seguía creyendo en los Reyes Magos.
Pero claro, todo llega a su fin y la niñez no dura eternamente. Así que la mía de alguna manera llegó y fue un día cualquiera de un mes cualquiera y de un año cualquiera. Parecerá tonto, pero yo supe que me hice mayor uno de esos días como tantos otros en que fui a jugar con mis vecinas y, oh sorpresa, en lugar de jugar e ir a comer chucherías, el plan se había convertido en "quedar con unos chicos". ¿Chicos? pensé yo, ¿desde cuando?. Me fui tan enfadada que me despedí de ellas y me fui corriendo a casa.
Sí, ese día me di cuenta que me había hecho mayor y de alguna manera debía de asumir que tenía que abandonar mi niñez, al menos de cara a la galería, y fue tan decepcionante, tan traumático... 

Lo curioso es que a pesar de aquello, los reyes siguen viniendo, año tras año...
Gracias.


Que los Reyes Magos les traigan sus mejores deseos y NUNCA NUNCA abandonen a ese niño que llevan dentro.